Actualmente Vacía: 0,00€
Fuerza y Condición Física
¿Por qué corro tan lento en zona 2? Y por qué eso es exactamente lo que deberías estar haciendo
Introducción: La pregunta que todos nos hacen
“¿De verdad tengo que correr a 7:30 el kilómetro? Me siento lento, incómodo… ¡hasta me adelantan caminantes!”
Si has pensado esto, no estás solo. Muchos de nuestros atletas, especialmente opositores que entrenan duro para las pruebas físicas, se sorprenden (y a veces frustran) cuando les prescribimos entrenamientos en zona 2.
Pero hay una razón fisiológica de peso. Y si entiendes esta lógica, cambiará tu forma de entrenar (y de rendir) para siempre.
¿Qué es la zona 2? (Y por qué es tan importante)
La zona 2 de frecuencia cardíaca corresponde al 60–70 % de tu frecuencia máxima. Es un ritmo cómodo, en el que puedes mantener una conversación sin quedarte sin aire.
- Mejora la capacidad de las mitocondrias (las “fábricas de energía” de tus células).
- Aumenta el uso de grasas como fuente de energía.
- Desarrolla tu red capilar y tu eficiencia cardiovascular.
- Disminuye el estrés sistémico y acelera la recuperación.
¿Por qué sentimos que vamos demasiado lentos?
Porque probablemente lo estamos, al menos desde una perspectiva de ego o ritmo habitual. Pero esto no significa que estemos perdiendo el tiempo.
La mayoría de opositores llegan con un sistema aeróbico poco desarrollado. Lo que genera que:
- Su zona 2 se active a ritmos muy lentos.
- Su reloj no registre bien las pulsaciones por mala colocación del sensor.
- Ni siquiera aparezca la zona 2 en las primeras semanas porque su frecuencia cardíaca se dispara al mínimo esfuerzo.
En estos casos, medimos por sensaciones:
- Respiración nasal posible.
- Conversación fácil.
- Ritmo constante sin sensación de fatiga.
¿Qué perseguimos con este entrenamiento?
El objetivo de entrenar en zona 2 no es velocidad inmediata, sino crear una base sólida. Esto nos permitirá luego:
- Aumentar volumen sin riesgo de sobreentreno.
- Tolerar más sesiones intensas por semana.
- Mejorar los ritmos en media y larga distancia sin agotamiento.
- Preparar al cuerpo para rendir al máximo… cuando toque hacerlo.
En resumen: es la base de la pirámide. Sin ella, no hay cima estable.
¿Cómo saber si realmente estoy en zona 2?
- Frecuencia cardíaca estimada: entre el 60 y 70 % de tu máxima.
- Relojes Garmin: puedes configurar zonas automáticas por % de frecuencia cardíaca o personalizarlas si tienes un test real.
- Test del habla: si puedes hablar sin dificultad, estás en zona 2.
- Medidores de lactato o test de umbral: útil si compites o eres deportista avanzado.
Atención: en personas no entrenadas, el pulso se eleva rápido. Esto puede llevar a falsas lecturas. Por eso, es importante validar también por sensaciones y usar una banda pectoral para más precisión.
Errores comunes con la zona 2
- Ir demasiado rápido y no lograr los beneficios aeróbicos.
- Frustrarse por los ritmos lentos y abandonar.
- No confiar en el proceso y saltarse este tipo de sesiones.
Lo que dice la ciencia
- Dr. Iñigo San Millán: la zona 2 desarrolla el metabolismo oxidativo, clave para la salud metabólica y el rendimiento.
- Dr. Stephen Seiler: promotor del modelo 80/20, recomienda que el 80 % de las sesiones sean de baja intensidad.
- Weston et al. (2014): demostraron que el entrenamiento en zona 2 mejora el VO₂max y la eficiencia mitocondrial.
Conclusión: Lento hoy, fuerte mañana
Sí, irás lento. Y sí, puede que no sientas que “estás entrenando”. Pero cada paso que das en zona 2 es una inversión para rendir mejor, sufrir menos y estar más preparado cuando las series y simulacros lleguen.
La próxima vez que te cruces con alguien que te adelanta caminando… sonríe. Tú sabes que estás construyendo algo más grande.