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Ecos de un orfanato- Javier en Arusha (Tanzania)
Cuando nos dijo que se iba nos llenamos de orgullo. Aunque se notó su ausencia todos sabíamos que su aventura personal le estaba haciendo crecer. Sólo había que ver su cara de felicidad en las fotos, o la manera en que se expresaba cuando sacaba tiempo para contarnos como le estaba yendo. Le pedí que escribiera en mi blog acerca de su aventura, ya que su experiencia comparte los mismos valores que con Sweat4Success intento promover.
Os presento a uno de mis mejores amigos, Javier Chacón y esta, es su historia.
Os presento a uno de mis mejores amigos, Javier Chacón y esta, es su historia.
Arusha, Tanzania |
Hoy, a las 23:23 de un miércoles ¿o jueves?… ¡bueno es lo mismo!, tumbado en la cama, solo azotan mi cabeza increíbles recuerdos sobre la experiencia que ha marcado un antes y después en este largo recorrido llamado vida. Os pongo un poco en antecedentes.
Durante este año rondaba mi cabeza realizar una aventura personal que por una parte me mostrara la capacidad de reacción ante determinadas situaciones y así conocer más de mi, y por otra parte aprovechar la situación para realizar alguna actividad que me llenara internamente. Con estos ingredientes, solamente podía elaborar un plato único: viaje de aventura en solitario aliñado con un voluntariado infantil en un país de África, ¿se puede pedir algo más?
Todo comenzó con un pensamiento lejano, una locura mas con el eslogan: “¿Y por qué no hacerlo?” y cuando te quieres dar cuenta te encuentras con la mochila vacía en el suelo de tu habitación, todo tu armario encima de la cama y un escritorio donde solo encuentras: un mapa de la ciudad de Arusha, un pasaporte, un parte de vacunas y unos billetes del 8 al 29 de Agosto que pone tu nombre y DNI. Solo en ese momento recorren por tu cuerpo un cúmulo de sensaciones encontradas, desconcierto, dudas, en el que con una actitud positiva, sueltas una pequeña carcajada y piensas en silencio: “Lo reconozco, estoy cagado, pero estos nervios son maravillosos y el día que no los tenga es que ya no me motiva nada ¡eso es que sigo vivo!”.
Que increíbles y espectaculares recuerdos!, todo con un por qué y una repercusión futura en mí, todo un aprendizaje continuo… pero ahora es tiempo de dormir, es tarde y mañana es día de trabajo…
…Cierro los ojos y por mi cabeza solo aparecen, como una película, las fotos que he visionado ya más de un millón de veces de cada momento que viví allí.
Vale, os cuento un poquito más y ya me duermo.
Recuerdas a todas aquellas personas que al igual que tú, habían aterrizado en un país desconocido con una cultura totalmente diferente a la habitual, para intercambiar un saco lleno de ilusiones por toneladas de sonrisas de unas pequeñas y especiales personitas que dan todo sin pedir nada a cambio.
Recuerdas a todas aquellas personas que al igual que tú, habían aterrizado en un país desconocido con una cultura totalmente diferente a la habitual, para intercambiar un saco lleno de ilusiones por toneladas de sonrisas de unas pequeñas y especiales personitas que dan todo sin pedir nada a cambio.
Allí, cada noche, la pregunta era obligada: “¿Cómo ha ido tu día?” Una simple excusa para empezar una conversación con la finalidad de conocer la historia personal de cada una de las personas que allí nos encontrábamos. Desde un hijo y una madre de EEUU con un proyecto de más de 5 años recolectando más de 3000 bicicletas para repartirlas por toda África, pasando por dos chicas de Israel que la máxima en sus vidas era ayudar y sacar una sonrisa a aquellos que más lo necesitan y acabando con dos chicas de Bilbao que sin conocerlas, las consideras parte de ti ya que compartís lo que allí sí es importante, ganas de disfrutar y hacérselo sentir a los que están alrededor.
Recuerdo también, o mejor dicho, añoro cada segundo que pasaba y disfrutaba de los niños en el orfanato. Me dedicaba cada día, de 9 de la mañana a 14:00 de la tarde, a dar clases de Matemáticas, Ciencias e Ingles a niños entre 4 y 7 años pero finalmente, te das cuenta que acaban siendo ellos los profesores y tu el alumno. Gracias a ellos aprendí realmente el sentido de la vida, gracias a ellos aprendí mucho mas a valorar las simples cosas de las que, por nacer en otro lugar, disponemos con facilidad y gracias a ellos aprendes el verdadero significado de palabras que deberían ser fundamentales en nuestro día a día. Palabras como
Sonrisa Expresión que nace en la cara de un niño y consigue aislarte de lo que te rodea para conseguir dentro de ti, la felicidad plena.
Paz interna Momento en el que, abrazado y rodeado de niños, consigues la relajación y el máximo equilibrio con tu “yo” interno.
Abrazo Expresión de afecto de un niño hacia tu persona que consigue transmitirte el sentimiento más sincero nunca sentido.
Amistad Sentimiento que un niño, con solo poner su brazo en tu hombro, te transmite y hace sentirte especial.
Generosidad Gesto amable de un niño cuando, antes de dar un bocado a posiblemente su única comida del día, te ofrece a ti primero.
Disfrute Sentimiento positivo que demuestra un niño, que apenas tiene lo esencial en su vida, ante cualquier actividad con gran ilusión y una gran sonrisa.
Por aprendizajes como estos, echando ahora la vista atrás, siempre digo que las tornas cambiaron. Todo comenzó con la ilusión de realizar un voluntariado para poder ayudar a niños necesitados y he acabado siendo yo esa persona necesitada, de cosas simples, que aquí no valoramos y ellos los que me lo han enseñado.
Podría seguir contando cosas increíbles pero se me ha hecho tardísimo y tengo que ir a trabajar en sólo unas horas. Aun así, no quiero despedirme sin antes dedicarle unas palabras a mi gran amigo Adrián que, junto a otros, fue de las personas que mas me animó a esta experiencia y siempre le estaré agradecido por ello.
Recuerdo cuando Adrián me hablaba con pasión del significado de Sweat4Sucess y me decía la importancia que tiene el esfuerzo personal para conseguir cualquier objetivo y que esa esencia, se refleja siempre en cualquier deporte. Pues ahora entiendo la grandeza del deporte y la entendí en el momento en el que se convirtió en mi forma de interactuar con las personas de allí, como si se tratara de un lenguaje universal, la forma de comunicarnos en la que todos éramos iguales.
Pequeños y grandes, chicos y chicas… el deporte les une. |
Era increíble ver la dificultad que tenía para entenderme con los niños durante las clases y por otro lado la facilidad de interactuar con ellos con un balón de por medio. Era increíble ver la dificultad para integrarte en un nuevo grupo y por otro lado enfundarte un pantalón corto, unas zapatillas y tardar segundos para participar en un partido de baloncesto como si fuésemos amigos de toda la vida. Era increíble ver la cara de decepción y tristeza al ver pinchado el balón con el que pasaban el tiempo en el recreo, sacar uno nuevo y solo oír gritos de entusiasmo y risas nerviosas de felicidad. No existían edades ni sexos, la cultura y las diferencias quedaban en un segundo plano, mirabas a tu alrededor y solo respirabas felicidad. Y todo ello lo conseguía la práctica del deporte.
Por ello una de las cosas que he aprendido y quiero dejar constancia de ello es que con el deporte se suda pero se consigue la felicidad que, a mi modo de ver la vida, es el objetivo y éxito que debemos alcanzar. Por ello puedo concluir diciendo:
“Mi objetivo en el viaje era encontrar la plena felicidad y mediante la ilusión, el esfuerzo y con ayuda del deporte puedo decir que lo he conseguido”
Con Esfuerzo y Superación…. |
….. Felicidad y Unión. P.D: Si como Javier, quereis aportar vuestro granito de arena y vivir una experiencia como la suya, no dudéis en poneros en contacto con Cooperating Volunteers. |