Algo que me ha sorprendido de esta lesión es que no me ha afectado psicológicamente.
Estoy muy animado buscando alternativas para no perder el estado de forma y deseando empezar a recuperar este tobillo.
Como la inflamación ha bajado mucho, al igual que el dolor, no he querido esperar más. Vamos a ver en que situación está este tobillo.
He cogido la ropa del gimnasio y de la piscina y me he ido a hacer lo que más me gusta, entrenar.
Este ha sido el menú de hoy:
- Control peso: Durante las lesiones nuestra actividad tiende a disminuir, por lo que controlar el peso es esencial si queremos volver cuanto antes al estado de forma prelesión.
- Ejercicios propiocepción y equilibrio en seco: MUY básicos. Simplemente tantear al tobillo y ver que limitaciones tenemos que afrontar.
- Marcha en piscina poco profunda: Estimulamos el tobillo en ausencia de carga.
- Movilidad en piscina poco profunda: Movemos voluntariamente el tobillo hasta el punto de dolor. El agua nos proporciona ese aumento de sensaciones que el tobillo ahora tanto necesita. El juego de andar sobre la tabla está genial para estas fases, ya que además de ser entretenido, el tobillo tiene que recalcular en que posición ponerse para que la tabla no se escape. ¡Mucho cuidado con los desequilibrios!
- Cardio con cinturón flotante en piscina profunda: Nos preocupamos por mantener el estado de forma actual. Además la presión del agua sobre el tobillo al moverse, masajea la zona, por lo que estimula la circulación y el retorno venoso.
- Hielito, vendaje y siesta
¡A este tobillo no le dejo yo darme la lata!
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