Mi día a día está marcado por una jornada de ocho horas sentado frente a un ordenador. No voy a decir que no disfrute con mi trabajo, ya que estoy haciendo lo que quiero, estoy conociendo un nuevo mundo (llevo menos de seis meses en el puesto) y sobre todo, estoy rodeado de buenos compañeros. Pero considero que el trabajo es el medio para poder hacer realidad mis sueños, y éstos, siempre tienen un denominador común: que me supongan afrontar un reto y que me hagan salir de mi zona de confort… en definitiva, que rompan con la monotonía que pudiera llegar a establecerse en mí.

Creo que esta actitud viene muy influenciada por haber tenido la suerte de haber viajado con mi familia fuera de España y durante dos veranos, haber estado viviendo en EEUU y Londres. Fueron épocas maravillosas, donde tenías que integrarte a una cultura y un idioma distinto al tuyo. Estas experiencias, me abrieron los ojos para descubrir que hay un mundo totalmente nuevo por conocer. Por eso, cuando apareció mi hermano con la idea de HACER LA VUELTA A MENORCA, no lo dudé ni un segundo!! Como iba a rechazar algo que reunía todo lo que necesito para ser feliz??? Practicar deporte, afrontar un gran reto, estar rodeado por la naturaleza y sobre todo, compartir la experiencia con dos de mis mejores amigos y mi hermano.

Sé que va ser duro, que vamos a encontrarnos en situaciones límite… pero qué más da!!!?? Lo bonito de esta vida, es caer y volver a levantarse, saber salir de las dificultades y llegar a conocerse a uno mismo.

Personalmente haber fijado este reto es una manera de crear una meta imaginaria y luchar para llegar a ella. Ya veremos cómo se van desarrollando las distintas etapas. Pero lo que tengo seguro es que: NOS VAMOS A MENORCA!!!!

Saúl ya está preparándose para el viaje!